E-infancia: de la bicicleta al teléfono inteligente

Nota de prensa

Las TIC se han introducido en todos los ámbitos y han transformado la vida de los niños.

La pelota para jugar, los lápices para escribir y las relaciones cara a cara entre dos amigos conviven ahora con un gran número de herramientas tecnológicas que han transformado la infancia: videoconsolas, ordenadores, aplicaciones, tabletas, móviles, herramientas de mensajería instantánea… Ser niño hoy en día no tiene nada que ver con hace treinta años. Los expertos reconocen que las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han favorecido que los más jóvenes desarrollen habilidades nuevas y adquieran conocimientos amplios, pero alertan de que también conllevan riesgos. El 20 de noviembre se celebra el Día Universal del Niño. Se conmemora que la Organización de las Naciones Unidas aprobó la Declaración de los Derechos del Niño el 20 de noviembre de 1959 y la Convención de los Derechos del Niño el mismo día del año 1989.

Para José Ramón Ubieto, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, las TIC «han desplazado el lugar del saber, que hasta ahora estaba del lado de los padres o los maestros» y lo han situado «en el bolsillo de los niños, en sus teléfonos inteligentes (smartphone)». Para Ubieto, «esto ha subvertido la autoridad epistémica y moral del adulto». Julio Meneses, también profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, asegura que los cambios que las tecnologías han provocado en la infancia «tienen mucho que ver con la forma en que las usamos» y aconseja acompañar a los niños en el proceso de adopción de la tecnología para que «sean capaces de desarrollar un uso autónomo, crítico y responsable».

Las TIC entran en el aula

Las herramientas tecnológicas han transformado a los niños en muchos más ámbitos, ya que han impactado en la escuela y la educación, el ocio y las relaciones sociales, y se han establecido en ellos. En el campo de la educación, los ordenadores, los móviles, las tabletas, las aplicaciones educativas y los robots han entrado en las aulas. Ubieto señala que en este ámbito la tecnología no se debe entender como un fin, sino como «un medio que debe ir acompañado del comentario de los maestros o de los adultos». Por su parte, Meneses considera que la introducción de la tecnología en la educación debe ir «más allá de la provisión de la infraestructura necesaria en las escuelas» y apuesta por que «pueda convertirse en parte integral del hecho educativo». Ubieto recalca la utilidad de estas herramientas para aprender, pero advierte que también es necesario que los alumnos desconecten: «Pensar y crear requiere que haya intervalos, vacíos, silencios, momentos de reflexión con cierta soledad. Si las TIC ahogan estos momentos, resultan estériles y desconectan al individuo del mundo donde vive».

Las TIC también se han introducido en el ocio de los niños y niñas y están transformando la forma como juegan. Las videoconsolas, las aplicaciones para móviles y tabletas y los vídeos infantiles colgados en YouTube se incorporan al tiempo libre de los niños. Para Meneses, el juego debe ser «creativo, estimulante, expresivo y, por qué no, educativo», aunque reconoce que los juegos digitales no siempre cumplen estas características. «A menudo, los contenidos audiovisuales, los juegos y las aplicaciones que se dirigen al público infantil son solo meros objetos de consumo pasivo», lamenta Meneses, que hace un llamamiento para que los adultos responsables elijan para los más jóvenes un «ocio digital de calidad». Para Ubieto, en esta esfera de la vida infantil, las TIC «pueden suponer el acceso inmediato y la recompensa fácil, y también pueden promover el aislamiento».

El mito del aislamiento

En cuanto a las relaciones personales mediadas por la tecnología, Ubieto considera que las TIC son «una buena oportunidad», pero matiza que debe haber «un interlocutor que enseñe a los más jóvenes a leer la realidad, su vida y la relación con los demás». Meneses cuestiona el mito de que las TIC conducen a un aislamiento social y matiza que «también pueden ayudar a desarrollar las relaciones sociales convencionales». Los expertos señalan que, en este ámbito, las TIC han introducido riesgos para los niños, como el ciberacoso o el riesgo de que compañeros de clase de los pequeños se burlen de ellos mediante YouTube o las redes sociales, lo que hace que la humillación y el daño ocasionados aumenten. Aparte del ciberacoso, las TIC también suponen otros peligros para los más jóvenes. Ubieto señala el aislamiento, la dispersión, la banalización de las relaciones, la sobreexposición de la intimidad o la satisfacción narcisista.

Contraponiéndolas a los riesgos, al otro lado de la balanza se sitúan las ventajas y las transformaciones positivas de la infancia gracias a la tecnología. Eulàlia Hernández, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, señala como ganancias «la habilidad de identificar información y detalles rápidamente, la mejora de las habilidades viso-espaciales, la disminución del tiempo de reacción y de toma de decisiones y el hecho de aprender a convivir con la distracción». Ubieto añade como repercusiones beneficiosas «el aumento del conocimiento de otras realidades» y el hecho de que las TIC se convierten en un «facilitador de la cooperación y el intercambio». Meneses señala que hay que investigar más para conocer a fondo las repercusiones positivas de las TIC en la infancia y rechaza prohibiciones o recomendaciones basadas únicamente en el tiempo y no en el uso que los niños hacen de la tecnología. «Las familias —señala Meneses— deben tener un papel clave de acompañamiento de los niños y niñas, promoviendo un uso de las TIC autónomo, crítico y responsable que vaya más allá del consumo pasivo.»


Este texto fue publicado originalmente como nota de prensa en UOC News el 17 de noviembre de 2016. També disponible en català.