La enseñanza de la programación en la infancia: Estudio de casos de la situación de Cataluña
Abstract
La enseñanza de la programación en la infancia empezó a llevarse a cabo cuando los primeros ordenadores llegaron a los centros escolares en la década de los 70. Pero los lenguajes destinados a ello eran poco intuitivos y en los años 90 la programación casi había desaparecido de las aulas. Sin embargo, a mediados de los años 2000 dos acontecimientos hicieron resurgir con fuerza el interés porque los niños y las niñas aprendan a programar: la publicación de un artículo introduciendo el concepto de pensamiento computacional y la aparición pública del entorno de programación Scratch.
Hoy en día, en Cataluña se enseña a programar a muchos niños y niñas tanto en las escuelas como en los centros de formación extraescolar. En paralelo, la administración educativa organiza congresos y conferencias relacionadas con la enseñanza de la programación para niños y adolescentes. También promociona las actividades extraescolares de programación y robótica, facilitando una plataforma donde las empresas que realizan este tipo de actividades pueden publicitar sus cursos de manera gratuita. A pesar de ello, en el currículum de primaria apenas aparece la enseñanza de la programación y los centros la introducen según sus propios criterios.
En esta tesis se estudia el proceso que siguen los centros educativos a la hora de introducir el aprendizaje de la programación como actividad docente. Para ello se utiliza el estudio de casos múltiples y se analizan seis centros, seleccionados según el nivel socioeconómico de la zona donde se encuentran ubicados y el nivel de formalidad de la educación que proporcionan. Para recabar los datos de los centros se utilizan tres herramientas: la entrevista semiestructurada, el grupo de discusión y la observación, que se usan con los diferentes colectivos con los que se trabaja: dirección y coordinación de los centros, formadores, familias y niños y niñas.
El análisis de los casos se ha hecho a partir del Modelo de Apropiación de la Tecnología de Carroll, adaptado para este trabajo. En cada caso se hecho un análisis por separado de los tres niveles que define el modelo: incorporación, adaptación y uso.
Los resultados obtenidos muestran que, para los equipos directivos de los centros situados en zonas de nivel socioeconómico bajo, el aprendizaje de la programación es una vía para facilitar la inclusión social de los niños y las niñas a los que forman. Para las familias, en cambio, es una ventaja que facilitará la incorporación de sus hijos e hijas al mundo laboral. Por otra parte, también se detecta que los equipos directivos prefieren personas formadoras con experiencia en educación en la infancia, pero que a cambio carecen de falta de formación tecnológica. En cuanto a las diferencias mediadas por el género, los centros de formación extraescolar no consiguen atraer ni mantener a las niñas. Dado que parte de la formación en programación y robótica se hace en este tipo de centros, en general las niñas reciben menos formación en este ámbito.
Carlos Casado
Professor
Professor dels Estudis d’Informàtica, Multimèdia i Telecomunicació i investigador predoctoral del programa d’Educació i TIC de la UOC.
